Querida Marina:
Sí, sí, sí… ya imagino la cara de incredulidad (ceja levantada y todo el kit) de más de uno al saber que el contacto entre nosotras se reduce a un par de mensajes intercambiados. A mí eso no me importa. El afecto no es cuestión de tiempo.
¿Cómo escribirte este mensaje tratando de no ser redundante con todas las cosas lindas que ya te han dicho? (¡Qué ingenua! La del talento eres tú) Lo primero que pensé fue: ¡Bendito internet que acorta las distancias y nos permite el contacto con personas que de otra manera jamás entrarían en nuestras vidas! Y es que me siento afortunada por conocerte.
No es caSUalidad que tus textos tengan tanta aceptación. Ni que de ellos se desprendan tantos mensajes de felicitación. Yo diría que eso es una caUSalidad. Porque entre tus letras asoma la belleza de tu interior, tu fortaleza, tu optimismo, tu bondad. La excelente escritora que eres, es sólo un ángulo a apreciar de tu grandeza humana. En tiempos como éstos, es difícil encontrar personas como tú. Gracias por ser. Gracias por compartirlo.
Sé que tu salud te solicita ahora especial atención. No sé a ciencia cierta cuál sea el “problema” (tampoco es que esté preguntando), pero intuyo que vienen días largos y seguramente un tanto difíciles.
Quiero desearte éxito en la “reparación”. Que la ciencia, el talento y las decisiones acertadas de los médicos te ayuden a estar mejor. Que la convalecencia no sea muy molesta. Que el buen ánimo te acompañe en estos días y sepas que en la distancia estamos pendientes de ti. Deseo que el universo conspire para lograr lo más importante: tu completa salud y recuperación.
Dejo un pequeño detalle para ti… porque “you’re a butterfly flying to the sun”.
Alas nuevas que te sirvan, espero, para que al reincorporarte al día a día, puedas volar hacia lo alto: a la realización, a tu bienestar, a tu crecimiento, a la felicidad, al amor… a donde más desees.
Que vuelvas pronto, Marina, con una sonrisa en los labios y salud en tu cuerpo. ¡Y con muchos nuevos relatos!
Sabe que te esperamos con mucho cariño.
Tu amiga,
Patty