Se acabaron las vacaciones.
Mañana volvemos a la rutina, al estrés, al cansancio habitual, a los múltiples pendientes y cosas por hacer.
Pero también, es el regreso a ciertos lazos, a ciertas personas que son parte del día a día.
A ratos desearía poder extender estos días de asueto un poco más (¿a quién se le antoja volver al trabajo en miércoles?).
En otros momentos, creo que es el tiempo para reiniciar actividades, para hacer de una buena vez aquello que hay que realizar.
Enero, enero... mientras más pronto lo recorra, más pronto acaban los pendientes. ¿No podrá ser ya 31?
No he realmente vuelto a labores, pero ya está presente el estrés. Sólo a mí me pasa eso.
4 comentarios:
Ah... no... eso de agobiarse por el trabajo antes del trabajo le pasa a mogollón de gente.
Por eso los domingos son el peor día de la semana. Porque anteceden al lunes (y te pasas todo el día con la angustia de tener que ir a trabajar al día siguiente).
Y el insomnio durante todas las vacaciones también le pasa a los demás?
Bueno... lo del insomnio también es un asunto bastante generalizado, no se crea. Yo lo soluciono con cerveza, a mi me funciona, aunque tiene ciertas contraindicaciones. Otros emplean otor tipo de "dormidinas". Hay productos para todos los gustos. Lo mejor: La conciencia limpia... pero eso es como decir que el método anticoncpetivo más eficaz es la abstención. Cierto pero imposible.
Mal asunto entonces.
No tengo conciencia.
Seguirán mis noches sin dormir, y en ellas continuaré pensando en los buenos oficios del alma inmortal de la rata.
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