No se trata sólo de que esta ciudad me guste. Yo soy esta ciudad. A veces pienso que ya estaba aquí cuando Rómulo y Remo fueron amamantados por la loba, que siempre he estado aquí. Lo siento en lo más hondo. Estuve aquí con Calígula y con Constantino, estuve aquí con Pedro, con los Médicis y con Miguel Angel, los toqué, los conocí. (Thomas Gifford, "Assassini")
A
veces me pregunto si allá donde estés sigues siendo como eras:
brillante, incisivo, determinado, peleonero, con ese tan particular
sentido del humor, enamorado de la música y los libros... Hoy hace un año que te fuiste. Mañana sería tu cumpleaños. Estás aquí aunque ya no estás. Te extraño, papá.
Esta semana estuve en dos conciertos fabulosos.
El jueves, como parte de los eventos del FIT Madero, se presentó Alejandro Filio. Un trovador con 36 años de carrera y una fama menor a la que merece.
Letras de esas que de verdad te cuentan algo, mueven sensaciones.
Simpático, bromista.
Entre las canciones que interpreto durante las dos horas que duró el show, estuvo "Mujer que camina", mi favorita de su repertorio.
Y ayer viernes, una noche ochentera con el grupo Flans... aunque ahora simplemente se hagan llamar Ilse, Ivonne y Mimí.
Volví a la música que marcó mi infancia y adolescencia.
Cantaron todas las canciones emblemáticas, y salvo un par de melodías tranquilas, estuvimos de pie coreando cada melodía.
Me divertí, canté y grabé varios videos (eso de la bailada no va conmigo).
Creo que fue uno de los mejores conciertos a los que he ido. Volvería a repetirlo.
De aquellos años, una de las más famosas "Corre, corre".
Y me quedé con las ganas de ir al concierto de Tango VIP... pero Flans es Flans. Ya será para la próxima.