lunes, marzo 10, 2008

Marzo

Marzo es el mes de cumpleaños de tres personas importantes en mi vida: Pilar, Mónica y Avelina. Tres personas que aunque lejos físicamente siguen cerca, en mi corazón.
El día 6 es cumpleaños de Pilar. Mi maestra favorita de la primaria. A la que le lloré como nunca le había llorado a nadie cuando se fue a Los Angeles. La que casi 20 años después sigue en contacto conmigo. La que marcó con su ejemplo, sin saberlo, mi vida profesional. De quien aprendí mucho más que conceptos académico. Pilar, más que una maestra, una segunda madre. Aquella que me quiso (que me quiere). La que creyó en mí. La que siempre será MI maestra (lo lamento, no comparto).
Mónica cumple el día 8. Mónica fue la persona precisa en el momento justo. La que me enseñó a pensar realmente en quién era, qué quería y a dónde iba.  La que me abrió los ojos al maravilloso mundo de las letras. Quien me enseñó que no se puede prometer la eternidad. La que me preparó para su partida. La que volvió a mi vida desde los lugares más insospechados. La que hace un año me hizo saber que aún me recuerda, que conserva detalles de nuestra historia en común.  Mónica, la persona que se tomó el tiempo de escucharme cuando yo pensé que nadie lo haría. La que me hizo ver que el camino más lógico no siempre es el mejor, y me mostró que la paciencia es un valor muy grande, porque todo llega en su momento, si es que debe llegar.
Hoy, día 10, cumpleaños de Avelina. Mi mejor amiga. La que me conoce mejor que yo misma. La que tantas veces me ha abrazado, con su cariño, con sus palabras, con sus brazos. La persona que ha estado conmigo desde que teníamos 4 años. Aquella que sabe cuándo reír, cuándo callar y cuándo decirme las cosas que necesito oír aunque yo no quiera. Avelina, a la que siento que le fallé en el momento en que más me necesitaba. Con la que quisiera volver a hablar como en otros tiempos. A la que más extraño de los que están lejos. La que, a pesar de todo, sigue junto a mí. Ella, la de las largas cartas. La compañera ideal para conversaciones eternas frente a una taza de capuccino. Avelina, no sólo mi amiga, mi hermana.
Me gusta marzo por estos tres regalos que me ha dado.

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